Cuero con policromía sobre oro y plata


La policromía sobre oro y plata es, sin duda, el ejercicio de mayor envergadura que puede acometerse sobre cuero, el más laborioso y el más delicado. Para llevarlo a término felizmente, es necesario dominar previamente todas las técnicas que se refieren al trabajo artesanal de la piel: dibujo, repujado, pintado, aplicación de panes de oro y plata, etc. Y, sobre ello, la inspiración y la habilidad de los artesanos que dominan también su propia impaciencia, porque es una labor de muchas horas, y ciertamente difícil.
El tema va a consistir en la decoración de una piel entera de oveja, bien curtida y que no presente cortes ni otros deterioros. Sobre un abigarrado dibujo que pasaremos a la piel a partir de un patrón, presionando fuertemente con el buril, aplicaremos pan de plata y oro: la plata para cubrir las hojas, y el oro para dar fondo de color a los frutos del castaño silvestre. Posteriormente, colorearemos con vitrales, extrayendo todos los matices tonales de que seamos capaces. Confeccionaremos de esta manera, y con la práctica de esta técnica múltiple de la artesanía del cuero, una pieza decorativa, muy apropiada para exhibir como mural o sobre cualquier mueble.

1 Fijamos bien el dibujo patrón sobre la piel entera de oveja, y pasamos todas sus líneas con bastante presión.

2 Repujamos y trabajamos el cuero de la forma que ya conocemos a través de los ejercicios anteriores.

3 Aplicamos una capa abundante de barniz, para que luego se fije bien el mixtión.

4 Una vez seco el barniz, aplicamos una capa de mixtión, y esperamos a que esté mordiente.

5 Aplicamos el pan de plata sobre la superficie de las hojas, transportándolo con una brocha suave.

6 Depositamos el pan de plata cuidadosamente sobre la zona elegida, procurando que no se arrugue.

7 Con un trapo, presionamos para que la fijación se realice de forma total.

8 Sobre las "gallofas», o frutos, echamos pan de oro, llevando el mismo sistema.

9 Tenemos ya cubierto, con panes de plata y oro, uno de los motivos. Repetimos la operación en los otros.

10 Tras cepillar suavemente, comenzamos a pintar, con colores vitrales, buscando matices en los tonos.

11 Vamos cubriendo los motivos decorativos, reproduciendo el aspecto de las hojas y frutos.

12 Sobre el pan de oro, aplicamos unos tonos dorados y marrones, para reproducir el tono de las "gallofas».

13 Culminamos la tarea de coloreado, aplicando los pequeños detalles.

14 Repasamos, con color muy oscuro, las líneas de las nervaduras de las hojas.

15 y repasamos el contorno de los motivos, con lo que realzaremos sus formas.

16 Matizamos los tonos que cubren las partes leñosas de las plantas.

17 Fijamos los colores, aplicando una capa de barniz con un spray.

18 Observamos en este detalle la riqueza de color y matices con que hemos cubierto la piel.

Decoración de cuero con tinta china



Sobre el cuero se puede pintar con cualquier tipo de pintura, pero resultan especialmente sugestivos los colores de las tintas chinas, con las que se pueden obtener calidades y limpiezas tonales que con otras materias resultarían imposibles. Como es lógico, estas calidades de color están indicadas de manera muy especial en aquellos casos en los que se pretenda reproducir sobre cuero algún motivo eminentemente colorista, como puede ser el plumaje de las aves exóticas.
y ese va a ser, precisamente, el tema de nuestro ejercicio en esta ocasión: la reproducción de dos aves de vistoso plumaje dentro de una composición absolutamente simétrica. Comenzaremos calcando a partir de un dibujo patrón; repujaremos a continuación, para dar a las formas el relieve que les corresponde, y culminaremos aplicando con precisión y sensibilidad los tonos muy contrastados característicos.

1 Marcamos sobre el cuero las dimensiones que ocupa el dibujo.

2 Fijamos con ayuda de unos clip s el patrón al cuerpo para que no se mueva mientras calcamos.

3 Tras calcar el dibujo, abrimos con la punta del cortador el cuero, para elevarlo después.

4 Pasamos la punta del buril por las cortaduras realizadas anteriormente, levantando el cuero.

5 Ahora pasamos el buril, separando ambas zonas del cuero a uno y otro lado del corte.

6 Vamos dando de esta manera relieve a las formas de los dibujos.

7 Tomamos el mateador, y con leves golpes del martillo trazamos unas muescas sobre el cuero.

8 Volvemos el cuero, y procedemos a repujar, con un buril de bola, las zonas que lo requieran.

9 Depositamos cola en el interior de la oquedad realizada antes para pegar allí un relleno.

10 Rellenamos el hueco pegando trozos de algodón y de lana, bien apretados.

11 Untamos con cola blanca el interior de la figura del ave.

12 Tenemos ya relleno todo el conjunto del repujado de la pieza de cuero.

13 Untamos con cola toda la superficie del reverso de la pieza, incluidas las zonas rellenas.

14 Colocamos la pieza de cuero sobre el soporte del tablero, y presionamos para que se pegue.

15 Con unas tijeras, recortamos el sobrante por los bordes del tablero.

16 Estamos ya pintando con tintas chinas, con colores muy contrastados.

17 Con los colores de las tintas chinas hay que insistir y repetir hasta lograr la intensidad adecuada.

18 Tras una capa de color habrá que aplicar otra en muchos casos, para que el tono sea el que se pretende.

19 Pintamos, contrastándolo mucho, el plumaje de las alas de las aves.

20 Con un rotulador, repasamos los contornos de las formas que antes hemos coloreado.

21 Aplicamos ahora un barniz fijativo de los colores, con la ayuda de un pulverizador.




Armado de un bolso de cuero artesanal

Vamos a utilizar una pieza de cuero curtida por el procedimiento semigraso, que proporcionará a la prenda el brillo y flexibilidad convenientes. Y partiremos de unos patrones confeccionados en cartón.
Dividiremos el trabajo en dos fases: en una primera realizaremos el bolso con sus elementos de cierre; en la otra haremos una correa para colgar mediante el ensamblaje de varios eslabones iguales, que luego fijaremos al cuerpo del bolso con unos remaches metálicos que permiten llevar en el interior cierto peso. No es necesario, pero si lo preferimos y para evitar la sobriedad, podremos hacer un cosido junto al contorno de la pieza de cuero que sirve de tapa. El resultado de nuestra labor será un bonito bolso, de líneas sencillas, con la elegancia que sólo puede brindar la nobleza de una materia prima natural tan artesana y tradicional como el cuero.

1 Estos son los patrones correspondientes a las piezas de cuero que vamos a cortar y coser.
2 Dibujamos sobre el cuero el contorno y los orificios de los patrones de las piezas del bolso.

3 Dibujamos luego los contornos de las pequeñas piezas con las que confeccionaremos la correa para colgar.

4 Recortamos a continuación estas pequeñas piezas, en el número suficiente para la longitud que deseemos.

5 Con el sacabocados, perforamos las piezas en las que habíamos marcado los orificios.

6 Tenemos ya cortadas y perforadas todas las piezas que compondrán el bolso y la correa.

7 Si lo deseamos, podemos coser a máquina junto al contorno de las piezas.
Fijamos luego un trozo de cuero para el cierre.

8 Fijamos el hilo de cuero en un extremo y comenzamos a coser, con puntada sencilla.

9 En el lugar correspondiente del bolso, cosemos una «presilla» para introducir el broche del cierre.

10 Estas son las piezas que deberemos ensamblar para confeccionar la correa.

11 Observemos la fotografía: de esta manera deberemos unir las piezas de la correa para colgar.

12 Los eslabones de la correa deben quedar ensamblados de la manera que muestra la fotografía.

13 Fijamos la correa al bolso mediante remaches metálicos, utilizando el martillo.


Diseño y construcción de un mocasín indio de cuero












El mocasín, común a muchos pueblos primitivos cazadores de América del Norte, es el calzado en forma de zapato más elemental y antiguo que se conoce. La piel de búfalo, como la de becerro, contiene abundante grasa y es, por ello, flexible y a la vez resistente. Esa es la causa de que las técnicas artesanas del Viejo Mundo hayan asimilado estas otras, exóticas pero no discordantes.
Una sola innovación hemos introducido en nuestro ejercicio con respecto a la desarrollada por sus primitivos creadores: el añadido de una suela suplementaria, como requieren los pavimentos duros no naturales por los que ahora andamos. El montaje y cosido de las distintas piezas que componen el zapato es el original, así como el diseño. Sigamos atentamente las instrucciones que figuran en el paso a paso: además de construir una pieza de la más pura artesanía, podremos comprobar, calzándolos, la comodidad y ligereza de los mocasines indios.

1 Estos son los patrones a los que nos atendremos durante el trabajo.

2 Con la punta de la lezna marcamos sobre el cuero los contornos de las
piezas y los puntos donde abriremos los orificios para caer.

3 Procedemos seguidamente a cortar las piezas marcadas, con las tijeras.

4 Luego, con la ayuda del sacabocados, perforamos los orificios señalados.

5 Sirviéndonos de su patrón, dibujamos el contorno de la suela.

6 Cortamos la suela, utilizando la cuchilla a causa de la dureza de la misma.

7 En este momento del proceso tenemos ya, todas las piezas cortadas y listas para su montaje.

8 Con la punta de la lezna perforamos la suela y la pieza de cuero, y coser luego.

9 Enhebramos cada extremo del hilo en una aguja, y comenzamos a coser.

10 Se cose introduciendo las dos agujas por el mismo orificio, pero en sentido inverso, y apretando las puntadas.

11 Comenzamos a coser, ahora con cinta de cuero, la pieza que cubre el pie.

12 Concluido el cosido de la pieza superior, hacemos un nuevo nudo y cortamos la cinta sobrante.

13 Cosemos los dobleces por los taladros, en puntadas muy largas, según marcan los mismos.

14 Al llegar al talón del mocasín, dejaremos dos orificios sin coser, uno en cada lado.

15 Ahora estamos cosiendo el talón. Anudamos un extremo de la cinta. Obsérvese la fotografía.

16 La cinta sujetará el talón cosiendo, haciendo coincidir los taladros del cuero.

17 Se hace un cruce con la cinta desde un lado al otro del mocasín.

18 Con esta puntada fijamos la parte superior del talón.

19 Extraemos la punta de la cinta, y apretamos bien la última puntada.

20 y concluimos el cosido del talón anudando el extremo de la cinta de cuero.

21 Untamos con cola la superficie del tacón que vamos a pegar a la suela.

22 Pegamos bien el tacón. Es conveniente golpear con un martillo para lograr
una adherencia total.

23 Hacemos una lazada en la parte frontal del mocasín, y así terminamos su confección.

Como fabricar unas sandalias artesanales de cuero


Emplearemos en la ejecución de este tema puramente artesano cuero semigraso, básicamente en su color natural y blanco, y suela (cuero también, aunque más grueso). Si se prefiere, por motivos de economía, puede sustituirse ésta perfectamente por un material sintético.
La única dificultad que podremos hallar a lo largo de nuestro trabajo será lograr un cosido perfecto entre las diferentes piezas que componen la sandalia; pero si nos atenemos a los patrones obvia remos el problema. Recomendamos utilizar para el cosido una punta cosedora, o simplemente una horquilla, que nos facilite la introducción de la punta de la cinta de cuero por los correspondientes orificios. La sandalia no necesita ningún tipo de adorno, es un calzado bello por sí mismo.

Materiales, útiles y herramientas necesarios: cola, brocha, cuero semigraso, cuero blanco, cinta de cuero, suela, lezna, tijeras, sacabocados, punta cosedora, bolígrafo y patrones.


1 Observemos detalladamente el conjunto de los patrones que nos servirán para cortar las distintas piezas.

2 Con el bolígrafo, sobre el cuero blanco marcamos los contornos y orificios de los elementos blancos de la sandalia.

3 Con el sacabocados, tras recortar las piezas antes trazadas, perforamos por los puntos indicados.

4 Ya tenemos preparadas para su montaje las partes que irán en la sandalia en color blanco.

5 Cortamos ahora la suela, que al final pegaremos al conjunto del calzado. 6 Marcamos sobre el cuero la plantilla de la sandalia, siguiendo sus contornos con el bolígrafo. Señalamos los orificios.

7 Procedemos seguidamente a cortar con las tijeras la plantilla.

8 Y luego, utilizando el sacabocados, perforamos los orificios señalados.

9 Vamos a comenzar la labor de cosido: introducimos la punta de la cinta de cuero en la punta cosedora.

10 La punta nos servirá para enlazar correctamente unas piezas con otras y facilitará el cosido.

11 Estamos ya cosiendo. Hemos comenzado uniendo a la plantilla las dos piezas blancas laterales.

12 El cosido se prolongará por todo el borde de la plantilla, como se aprecia en la fotografía.

13 A las piezas blancas laterales cosemos la franja que servirá de sujeción al pie. 14 Así deben quedar las partes blancas unidas entre sí y a la plantilla.


15 Por la parte superior de la plantilla introducimos por sus ranuras correspondientes la tira de sujeción del dedo.

16 Por el revés de la plantilla, donde luego pegaremos la suela, cosemos.

17 Colocamos en sus orificios la cinta blanca estrecha que irá sobre el pie.

18 Introducimos el extremo de la cinta blanca por la ranura interna de la pieza que sujetará el dedo.

19 Perforamos con el sacabocados un rollito de cinta blanca para adornar la sandalia.

20 y cosemos esta pieza de adorno en el orificio del extremo de la cinta.

21 Sirviéndonos de la brocha untamos con abundante cola la cara de la suela que pegaremos a la plantilla.

22 y aplicamos también cola a la parte inferior de la plantilla de la sandalia.

23 Sólo resta ya, para concluir, pegar la sandalia a la suela, lo que haremos cuidando de ajustar muy bien los contornos.



Construcción de una sencilla funda de cordobán







El cordobán es una técnica artesanal muy antigua del cuero, muy sobria en sus resultados, que se caracteriza porque el dibujo debe ser cortado y perfilados sus contornos, y el teñido debe resultar uniforme y muy oscuro: verde- negro, rojo-negro, etc.
Como no tenemos que obtener relieves, el trazado de las líneas deberá ser muy nítido. Abriremos el cuero cortando la piel y perfilaremos los contornos de ese corte con la punta de un buril. Concluido el dibujo, teñiremos la pieza con sulfato de hierro, que luego podremos aclarar y matizar con anilina. El cosido será con tira de cuero; pero previamente habremos encolado los bordes de las dos piezas, para que la unión sea más firme. Un consejo: manejemos los tintes con la protección de unos guantes de goma, porque sus manchas son difíciles de eliminar.

1 Cortamos, con unas tijeras, el contorno de la pieza.

2 Fijamos el patrón con unos clips, y pasamos los dibujos sobre el cuerpo húmedo.

3 Con la punta del cortador, cortamos la superficie de la piel, para elevar
luego el dibujo.

4 Introducimos en el corte la punta del buril, y vamos levantando el cuero.

5 Repasamos así todas las líneas del dibujo, profundizando con el buril.

6 Humedecemos bien la superficie de las piezas, con ayuda de una esponja.

7 Aplicamos el colorante con la ayuda de un trozo de algodón.

8 Impregnamos bien con el colorante las superficies de las dos piezas.

9 Dejamos secar durante varias horas, durante las cuales el color aclarará un poco.

10 Untamos con un poco de cola blanca los bordes internos de las piezas, para
proceder a pegarlas.

11 Presionando las zonas untadas con cola, pegamos las dos piezas.

12 Con un sacabocados, perforamos siguiendo el borde del estuche.

13 Con una tira fina de cuero, efectuamos el cosido a través de las perforaciones del sacabocados.



Cromatismo sobre una figura repujada en cuero.







La obtención de repujados en cuero es cuestión de paciencia y, por supuesto, de ir humedeciendo el material constantemente para conseguir su ablandamiento. Cuanto más complejo sea el diseño y más variedad de relieves posea el motivo, mayor riqueza poseerá nuestro trabajo.
En este pequeño cuadro llevaremos a cabo una figura rica en perfiles y volúmenes que previamente habrán de determinarse en un boceto. Al tiempo de decidir los diferentes relieves que ofrecerá la figura convendrá determinar los colores a aplicar, que en cualquier caso han de ser vivos, pero que no contrasten excesivamente con el resto del trabajo.

1 En primer lugar pasaremos al papel vegetal el diseño que deseamos reproducir.

2 Superponemos el papel vegetal al cuero. Emplearemos el punzón tras haber humedecido ligeramente el cuero.

3 Colocamos una plancha de plastilina y sobre ella situamos el cuero. Con un aplanador repasamos las líneas del dibujo.

4 Sobre la plancha de plastilina iremos modelando los pequeños volúmenes.
Esto nos facilitará la tarea posterior.

5 Humedeciendo las zonas que trabajamos vamos repujando el cuerpo.

6 Abordamos ahora el repujado de la parte inferior y repasamos todo el motivo.

7 Retiramos ahora la base de plastilina y rellenamos todas las concavidades empleando pegamento.

8 Fijamos la plancha de cuero repujada a una cartulina o papel duro. De este modo cobrará rigidez.

9 Aplicamos a la superficie del cuero una capa suficiente de barniz al alcohol.

10 Sobre las zonas en que colocaremos los panes de oro, daremos una capa de mixtión que sirva de base.

11 Cuando el mixtión se encuentre mordiente, con un pincel fino, vamos colocando el pan de oro.

12 Las zonas restantes, que quedarán sin dorar, las cubriremos con laca para metales.

13 A partir del diseño, elegimos los lugares donde aplicaremos color y empezaremos a aplicarlos por zonas.

14 Seguimos abordando por partes la pintura, dejando para el final la ejecución de los pequeños detalles.



Flor repujada en cuero






Las flores son un buen motivo para la creación en cuero. Sus relieves, suaves, y las líneas del contorno de sus pétalos, con amplias curvas, son fáciles de reproducir conociendo un poco los secretos del modelado y repujado. Y los tonos desvaídos del conjunto se pueden lograr también sin dificultad, mediante la aplicación de los colores de las tintas chinas. Podemos añadir además otra ventaja: lo reducido del tamaño.
Por todo lo expuesto, la ejecución de este ejercicio, que consiste precisamente en el modelado, repujado y coloreado de una rosa, resultará, a la vez que fácil y rápida, gratificante y práctica, porque habremos creado un bello motivo de decoración y nos habremos adiestrado en unas técnicas que luego vamos a necesitar para empresas de mayor envergadura.

1 Tomando como referencia el marco, trazamos el contorno de la pieza de cuero a decorar.

2 Cortamos el cuero. Ahora hemos de pasar el dibujo del patrón.

3 Con un buril, siguiendo las líneas del patrón, pasamos el dibujo al cuero, bien sujeto al papel con un clip.

4 Con el mismo buril, repasamos las líneas profundizando en el trazo de las mismas.

5 Con un buril adecuado, aplanamos los bordes de las líneas, hacia el exterior.

6 Aplanando las zonas marginales externas de las líneas, vamos dando relieve a la forma de la flor.

7 Pintamos ya a base de tintas chinas, y con unas tonalidades. tenues, buscando transparencias.

8 Tras el rosado de la flor, pintamos el tono verdoso con matices del tallo.

9 Pintamos las hojas del pequeño capullo de la derecha.

10 Con un rotulador de tinta al alcohol, marcamos los contornos de las hojas.

11 Con la ayuda de un trozo de trapo, untamos cera y frotamos la superficie del cuero, para envejecer.



Cruz medieval de cuero con incrustaciones
















En el presente ejercicio nos proponemos dos innovaciones: la colocación de pan de oro sobre zonas de pequeña extensión y la decoración a base de incrustaciones de piedras de diferentes tamaños y colores. La base de tales prácticas será una cruz de diseño antiguo dibujada con formas simétricas.
El pan de oro no deberá exceder los límites de las superficies concretas a las que está destinado, para lo cual utilizaremos un cepillo a la hora de eliminar los sobrantes junto a esos límites. La técnica de la incrustación con pedrería es muy interesante y merece la pena aprenderla, siguiendo las explicaciones del paso a paso. Para dar al trabajo final la consistencia que permita su empleo como objeto decorativo, fijaremos el cuero trabajado sobre una pieza de tablero de sus mismas dimensiones, o sobre otra pieza de cuero más rígida.

1 Tras pasar el dibujo al cuero y recortar éste, aplicamos un poco de mixtión, y colocamos el pan de oro.

2 Presionamos con un poco de trapo, para que el pan de oro se fije al cuero.

3 Una vez aplicado el pan de oro eliminamos el sobrante de los bordes con la ayuda de un cepillo.

4 Manejar el cepillo con delicadeza y precisión, para no arrastrar el pan de oro.

5 Humedecemos con un poco de agua, con ayuda de un pincel, las zonas del cuero no recubiertas por el pan de oro.

6 Utilizamos ahora un mateador y realizamos unos ornamentos junto a los bordes del cuero.

7 Con un rotulador de tinta al alcohol, pintamos las líneas junto al borde de la pieza.

8 Pintamos con tinta china los contornos de los dibujos que están cubiertos por el pan de oro.

9 Depositamos una gota de agua en el lugar, para que se humedezca bien.

10 Colocamos sobre una zona mojada la piedra, y marcamos sus contornos con un buril.

11 Con el cortador, siguiendo las líneas marcadas, cortamos el cuero.

12 Trazamos un reborde en torno al hueco que hemos dejado con el corte.

13 Por el reverso del cuero, colocamos las piedras que pretendemos incrustar.

14 Una vez encajada la piedra, aplastamos con el buril la zona que la rodea.

15 Y, para que la piedra no se desprenda, podemos fijarla con la ayuda de un
trozo de papel engomado.

16 Por el procedimiento que hemos expuesto, colocamos todas las piedras.

17 Untamos con cola un soporte de madera o cartón, o piel más dura, de las dimensiones de la cruz.

18 Sobre este soporte encolado pegamos la cruz de cuero con las incrustaciones.

19 En las zonas en las que haya color o pan de oro, presionamos con un buril para que la adhesión sea total.

20 Finalmente, aplicamos un barniz fijativo, empleando para ello un spray.




Construcción de un bolso artesanal de cuero







Con un trozo de cuero semi-graso, y mediante un sencillo proceso de cosido con hilo también de cuero, vamos a confeccionar un pequeño bolso, que será, antes que otra cosa, un elemento decorativo, pero también podrá servir, si así lo deseamos, como recipiente para guardar pequeños objetos: unos cigarrillos, por ejemplo o algo más íntimo.
Como básicamente el ejercicio consiste en ensamblar dos piezas de cuero, es fundamental el hecho de que los contornos de las mismas se adapten a la perfección, y que los orificios abiertos con el sacabocados coincidan igualmente. Al final, la ejecución de unos flecos que lograremos con la simple ayuda de unas tijeras, será suficiente para añadir al bolso un cierto aire de rusticidad y desenfado, dotándole de un cierto aspecto juvenil.

Materiales y útiles: martillo, tijeras, bolígrafo, cuchilla, sacabocados, cinta de cuero, punta cosedora y pieza de cuero.

1 Con la regla y el bolígrafo, trazamos sobre el cuero los contornos de las piezas, tal cual el modelo del diseño.

2 Nos servimos de la cuchilla para cortar después las piezas por el contorno marcado por el bolígrafo.

3 Con el sacabocados, perforamos las piezas, con orificios a la misma distancia unos de otros.

4 He aquí la pieza mayor terminada y lista para ser cosida, foto que nos sirve incluso como patrón.

5 Perforamos de la misma manera la segunda pieza del bolso, con el sacabocados, dándole forma rectangular.

6 Comenzamos a coser con la cinta de cuero, por uno de los extremos superiores del bolso.

7 Perforamos con el sacabocados en la pieza mayor, para fijar luego el cierre.

8 Enrollamos un trozo de cinta de cuero y la perforamos, para hacer el broche del cierre.

9 En la pieza más pequeña, por dos ranuras, introducimos un trozo de cuero, para enganchar el broche.

10 Fijamos el broche en su lugar, introduciéndolo por una abertura al efecto.

11 Terminado ya el cosido y fijado el broche del cierre, hacemos unos flecos para adornar el bolso.

12 El resultado dependerá naturalmente del diseño que hayamos creado. Son muchas las variantes que permite el mismo trabajo.



Funda de cuero artesanal para anteojos










La decoración de elementos de cuero suele basarse en el complemento clásico del color o en la adición de objetos o piezas que contrasten con la sobriedad de la textura y color propia de este material.

En el ejercicio que nos proponemos llevaremos a cabo un trabajo de repujado muy simple.
Se tratará de conseguir un breve relieve partiendo del diseño de unas gafas tradicionales. A partir de ahí será preciso efectuar la confección completa de la funda en la que intervendrá un breve trabajo de cosido mediante cinta de cuero, en este caso de un color más oscuro,
La fijación de unos ojos de cristal coloreado en la parte exterior de la funda la realizaremos mediante una pequeña cantidad de cola blanca, que sea suficiente pero no excesiva, para que no llegue a ensuciar el cuero.


1 Colocamos un papel vegetal encima del diseño y también con lápiz repasaremos las líneas del dibujo.

2 Cortamos el trozo de cuero según el patrón previo y procedemos a humedecerlo con agua.

3 Con el cuero húmedo superponemos el diseño del papel vegetal y lo transferimos empleando un punzón.

4 Retiramos el papel vegetal y colocamos el cuero sobre una superficie mullida. Con el perfilador repasamos los contornos.

5 Humedecemos la zona a trabajar y con el aplanador aplastamos las zonas
limítrofes al dibujo, obteniendo relieves.

6 Pasamos a trabajar el puente de las gafas. Para ello humedecemos este punto.

7 A continuación hundiremos la parte de cuero donde irán los ojos de cristal

8 Utilizamos ahora una pequeña cantidad de cola blanca para fijar los ojos.

9 Vamos a forrar interiormente la pieza. Con la cuchilla biselaremos el borde de la misma.

10 Con un pincel aplicamos cola blanca con la que uniremos las piezas.

11 Tomamos ahora otra pieza de cuero y la superpondremos a la que tenemos ya encolada.

12 Realizamos por todo el borde de la funda unas pequeñas perforaciones a través de las cuales haremos pasar la cinta de cuero. Con un pincel muy fino aplicaremos un poco de tinte en toda la zona de relieve.



Cinturón de campo artesanal




Lo campero siempre vuelve a estar de moda en la indumentaria. El cuero y pequeñas piezas metálicas para adornarlo, por ejemplo, han dado lugar a muchos modelos de cinturones, todos sugestivos y con un cierto aire "demodé" que ha agradado mucho a los jóvenes. En realidad se trata de un trabajo de artesanía para el que no se requieren especiales habilidades ni utensilios, como vamos a ver a continuación.
Es importante que la materia prima “el cuero” sea de calidad: cuello de becerro, por ejemplo, curtido por el procedimiento denominado graso. Los adornos podemos obtenerlos con unas monedas antiguas y remaches fáciles de adquirir en las tiendas de manualidades. El cinturón que vamos a construir servirá de base o modelo para otros, en los que se podrán añadir nuevos detalles, como nombres o iniciales, hechos también de remaches.

1 Con el rotulador marcamos el lugar que ocupará cada moneda, punteando por el orificio.

2 Una vez marcados todos los orificios, los marcamos con el sacabocados.

3 Colocamos seguidamente los remaches, con la ayuda del martillo y la pieza de hierro.

4 Volvemos a marcar con el rotulador los lugares que van a ocupar los remaches libres.

5 Sirviéndonos de un trozo de suela, realizamos las perforaciones, con el sacabocados.

6 Fijamos ahora las nuevas series de remaches en las zonas libres de monedas.

7 Abrimos ahora la ranura para el vástago de la hebilla.

8Colocamos la hebilla, introduciendo el vástago por la ranura al efecto.

9 Hacemos una pieza para cubrir interiormente la hebilla: cortamos, taladramos y fijamos los remaches.

10 Fijamos ya esta última pieza y la hebilla a la correa con dos remaches.

11 Recortamos con las tijeras el extremo de la correa, y abrimos los taladros, todos a la misma distancia, para abrochar con la hebilla.

12 Ya podemos disfrutar, no sólo con la contemplación, sino de la utilidad de un cinturón artesano de estas características.



Terminación del cinturón artesanal de cuero.




1 Estos son, en detalle, los tres patrones que vamos a utilizar para la obtención de las piezas del cinturón.

2 Comenzamos marcando con el patrón correspondiente la pieza que servirá de hebilla.

3 Con un patrón cortamos ahora en el cuero la pieza del extremo, la que enganchará en la hebilla.
4 y finalmente dibujamos en la suela el número necesario de piezas redondas, una veintena aproximadamente.

5 Seguidamente, con el sacabocados, taladramos, para hacer los orificios.

6 Recortamos y taladramos luego la pieza de cuero que nos va a servir de hebilla o enganche.

7 Damos comienzo al ensamblaje de las diferentes piezas. Cruzamos en la hebilla la cinta azul.

8 Pasamos los dos extremos de la cinta por los orificios de la pieza redonda de suela.

9 cruzamos la cinta en la parte posterior, como se aprecia en la fotografía.

10 El mismo proceso de los pasos anteriores, servirá para ensamblar el resto de las piezas redondas.

11 Anudamos el resto de la cinta en la hebilla, con dos vueltas, y cortamos el sobrante.

12 Cinturón de cuero artesanal terminado.



Fabricación de un cinturón artesanal de cuero


El presente ejercicio consiste, básicamente, en una labor de ensamblaje de las distintas piezas que componen el cinturón. Labor que llevaremos a cabo con la ayuda de una cinta de cuero fino, muy flexible, que permita ser utilizada como si se tratara de un auténtico hilo. Para la obtención de los módulos redondos, así como de las piezas de los extremos (hebilla y enganche) emplearemos patrones previamente cortados en cartón. La monotonía que pudiera resultar en la semejanza de color entre las piezas de cuero blando y de suela, quedará mitigada o anulada con el color de la cinta cosedora. Finalizado el proceso de construcción, habremos obtenido un bonito cinturón, complemento ideal para un pantalón o una falda.




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