El relieve es imprescindible en el modelado y repujado del cuero. No es posible dar formas y volúmenes correctos si el relieve no lo es. Debe realizarse con sumo cuidado y buscando siempre la uniformidad, utilizando los elementos de trabajo adecuados: buriles de punta fina y cortador. En el proceso de la obtención del relieve, se parte del cuero humedecido que ya tiene pasado el dibujo.
1 Ya retirado el dibujo patrón, repasamos con el trazador las líneas marcadas lo más cuidadosamente posible.
2 Con el cortador en posición vertical, abrimos el cuero sin llegar a traspasarlo: sólo superficialmente.
3 Introduciendo la punta del buril en la incisión, separamos los bordes de la cortadura.
4 Presionando a lo largo de la línea de la cortadura, se van elevando las zonas limítrofes.
5 Paralelamente a la línea ya abierta, trazamos otra, presionando fuerte con el buril.
1 Ya retirado el dibujo patrón, repasamos con el trazador las líneas marcadas lo más cuidadosamente posible.
2 Con el cortador en posición vertical, abrimos el cuero sin llegar a traspasarlo: sólo superficialmente.
3 Introduciendo la punta del buril en la incisión, separamos los bordes de la cortadura.
4 Presionando a lo largo de la línea de la cortadura, se van elevando las zonas limítrofes.
5 Paralelamente a la línea ya abierta, trazamos otra, presionando fuerte con el buril.